Coaching Ejecutivo

5 signos es el momento perfecto para el Coaching Ejecutivo

Publicado 19 de julio de 2018

Harvard Business Review publicó recientemente un artículo "4 señales de que un ejecutivo no está preparado para el coaching". Aunque no todos los ejecutivos necesitan un coach, esta práctica puede ser transformadora y ayudar a un líder a ascender a un nivel superior de rendimiento. Con más de treinta años de experiencia en coaching internacional, Socios profesionales internacionales (CPI) proporciona asesores de confianza a miles de ejecutivos. Nuestro equipo destaca cinco excelentes oportunidades para asociarse con un coach ejecutivo:

  1. Cambios organizativos

El cambio puede alterar el statu quo. Incluso los equipos de alta dirección que hasta ahora han trabajado bien juntos pueden verse desordenados cuando se ven afectados por un cambio organizativo. Si ya existen áreas de disfunción dentro del equipo, el cambio puede exacerbarlas, dificultando aún más la consecución de los objetivos y el cumplimiento de los plazos.

El coaching ejecutivo dirigido por expertos y la facilitación de equipos de alto nivel pueden ayudar a los líderes a evaluar dónde se encuentran, reconocer y abordar sus barreras personales, sacar a la luz y abordar de forma constructiva los conflictos individuales o de grupo, y ayudarles a desarrollar la cohesión del equipo, a la vez que se reincorpora el compromiso con los objetivos compartidos.

A nivel práctico, también puede tener un impacto inmediato al aumentar las habilidades y competencias de los miembros del equipo y ayudarles a identificar y abordar los problemas que están afectando a la eficacia del viaje del cambio.

-Lynne Hardman, directora general de Working Transitions, Londres, Reino Unido

  1. Mejorar las habilidades interpersonales

 Los directores generales se han beneficiado durante mucho tiempo del trabajo con entrenadores ejecutivos externos. Jack Welch fue uno de los primeros ejemplos de éxito en términos de cambios increíbles en su comportamiento y en su eficacia como líder, cambios que fueron el resultado directo de haber aprovechado a los entrenadores ejecutivos en su día, cuando quiso alejarse de su reputación de "neutrón-Jack".

Los directores generales suelen ser reacios a mostrar su vulnerabilidad, y mucho menos sus puntos débiles, a cualquier persona de la empresa, y es comprensible que les resulte difícil debatir estos aspectos internamente. Es raro que los directores generales reciban la necesaria retroalimentación constructiva continua sobre su desempeño como líderes. ¿Quién se va a ofrecer a proporcionarla? Por supuesto, suelen estar inmersos en los datos relativos a los resultados finales, pero ¿qué pasa con el refuerzo positivo diario y la retroalimentación oportuna sobre posibles comportamientos disfuncionales?

Ahí es donde entra en juego un coach ejecutivo. Lo ideal es emparejar al director general con un recurso externo experimentado que pueda establecer una relación de apoyo. Además de estar disponible como tercera parte neutral para cuestionar la forma de pensar del director general, el coach puede solicitar comentarios en nombre del director general y entregarlos de forma que puedan ser escuchados y reaccionar ante ellos.

- Joan Caruso, Directora General, The Ayers Group, Nueva York, EE.UU.

  1. Entrar en un nuevo papel

 Dar el salto a un nuevo puesto en la C-suite requiere un conjunto de habilidades diferente al que la mayoría ha utilizado en el pasado. Como en los deportes, los ejecutivos pueden mejorar su rendimiento si cuentan con un entrenador. Los entrenadores pueden llevar a los ejecutivos a su estado de excelencia. El coaching ayuda a los profesionales a mejorar su autoconciencia, así como a desarrollar competencias que mejoren su rendimiento y aumenten su empleabilidad.

Tras un ascenso, los nuevos ejecutivos pueden experimentar dudas o planes de acción contradictorios. Un factor movilizador para buscar un coach cualificado es la necesidad de mantenerse firme y progresar. Un coach también ayuda cuando los profesionales están en crisis con respecto a sus puestos de trabajo, tienen dudas sobre qué hacer o incluso cuando pretenden poner en marcha proyectos para los que carecen de experiencia.

-José Augusto Minarelli, director general de Lens & Minarelli, Career Partners International Brasil

  1. Buscar puntos de vista alternativos

La apertura y la aceptación del coaching es uno de los rasgos más valiosos que puede aportar un ejecutivo. Entender que siempre hay espacio para mejorar uno mismo ha llevado a compromisos de coaching extremadamente impactantes. Un coach experimentado puede aportar puntos de vista que pueden no estar fácilmente disponibles dentro de una organización. Una vez que un líder ha reconocido que puede estar operando con puntos ciegos, se presentan oportunidades para identificar las debilidades y mejorar las fortalezas.

Un coach puede ayudar a fomentar la curiosidad natural de un líder, aportando nuevas perspectivas e ideas creativas para ayudar a la organización a sobresalir. Los coaches pueden ofrecer sugerencias sobre bibliografía exclusiva u otras fuentes de información sobre liderazgo y organizaciones. El punto de vista de un coach, a través de la interacción directa con el ejecutivo y la comunicación con su equipo, puede proporcionar una perspectiva imparcial y destacar nuevas oportunidades de crecimiento.

-Margarete Dupere y David Brendel, entrenadores ejecutivos de Camden Consulting, Boston, EE.UU.

  1. Desarrollo profesional y personal

Muchos ejecutivos ya han experimentado el valor de tener un coach y buscan este beneficio a lo largo de sus carreras. Contar con un coach profesional les mantiene en la cima de su carrera y les permite explorar nuevas vías de desarrollo. Reconocen la importancia que el autoconocimiento y el autodesarrollo tienen en su éxito como líderes. Al estar abiertos a la observación, la reflexión y el compromiso con un plan de acción, adquieren una perspectiva elevada sobre los problemas de la organización. Un socio de confianza es una herramienta clave en el kit de este ejecutivo, que sabe que eleva su rendimiento personal y profesional.

-Nance MacLeod, Coach Ejecutivo, Career Compass, Toronto, Canadá

Aunque el coaching ejecutivo no es una bala de plata, un asesor de confianza puede ayudar a desbloquear el potencial para pasar de bueno a grande. Como dice Joan Caruso: "Mi opinión es que si su director general juega al golf, tiene un profesional del golf, si juega al tenis tiene un profesional del tenis, así que ¿por qué no tener un profesional del liderazgo en forma de entrenador ejecutivo?" Durante más de 30 años, CPI ha ayudado a las organizaciones y a los individuos a desarrollar todo su potencial y a afinar su ventaja competitiva.

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