La mayoría de nosotros estamos familiarizados con el modo en que la recolocación puede ayudar a los afectados por una reducción de plantilla (RIF) o un despido a menor escala. Los empleados pueden utilizar los servicios de recolocación para completar una evaluación de habilidades, desarrollar un currículum, comenzar a buscar nuevas oportunidades de trabajo y recibir ayuda para desarrollar declaraciones públicas sobre su salida de una organización. Lo que es menos conocido es el valor que la recolocación puede aportar a la empresa.
Esta recesión está afectando a los negocios de todos los sectores, y muchas empresas se están viendo obligadas a despedir trabajadores. Independientemente de que una organización tenga que despedir a 10 o a 1.000 personas, la recolocación puede aportar un valor significativo, no sólo para las personas afectadas, sino también para la empresa. De hecho, los beneficios de la recolocación pueden superar los costes. Por supuesto, cuando la economía está estancada y las empresas buscan formas de reducir costes, la recolocación puede parecer un lujo. ¿Por qué invertir capital en los empleados que se van cuando se puede invertir en los que se quedan y en las iniciativas para hacer avanzar la empresa? Al invertir en recolocación, las organizaciones no sólo ayudan a los despedidos a marcharse con dignidad, sino que también invierten en el futuro de su organización.
He aquí algunas formas en las que ofrecer servicios de recolocación puede beneficiar a las organizaciones. Puede:
Los consultores de recolocación pueden desarrollar un plan para llevar a cabo todos los aspectos de un despido, incluyendo la coordinación de los eventos y servicios del día, y la creación de estrategias para manejar los días críticos antes y después. Lo mejor es que el equipo llegue pronto para que pueda aportar el máximo valor.
Los profesionales de la recolocación pueden apoyar a los directivos, líderes y equipos de gestión durante todo el proceso. Los directivos no siempre saben cuál es la mejor manera de dar la noticia de un despido, cómo informar a los afectados o incluso cómo tranquilizar y motivar a los miembros que quedan de su equipo o departamento. El equipo de recolocación puede dar a los directivos las herramientas que necesitan para soportar el proceso de despido y ayudar a sus propios equipos a recuperarse y seguir adelante.
Un despido puede dejar a menudo a los empleados conmocionados e inseguros de su futuro en la empresa. Pueden quedarse pensando: "¿Soy el siguiente?". La dirección puede utilizar estrategias de recolocación para comunicarse con los empleados y hacerles saber a qué atenerse, cuáles son los planes de la organización para el futuro y cómo les apoyará la empresa. Los empleados podrán concentrarse mejor en su trabajo actual si no están preocupados por la posibilidad de ser despedidos mañana.
El mercado de futuros empleados potenciales está atento al proceso de despido, y tomará nota de cómo se trata a las personas. Si el despido no es correcto, la organización puede tener problemas para competir por los mejores talentos cuando la economía se recupere.
Desgraciadamente, una mala gestión de un despido puede manchar incluso la reputación más estelar. Las organizaciones comunitarias, como los bancos y los hospitales, también deben ser conscientes de cómo pueden reaccionar sus clientes ante un despido. Las empresas públicas deben pensar en sus accionistas. Los profesionales de la recolocación pueden orientar a los directivos de la empresa sobre la mejor manera de apoyar a las personas para que puedan abandonar la empresa con su dignidad intacta, y la reputación de la organización, que tanto ha costado conseguir, también pueda permanecer intacta.
Los empleados serán más confiados y productivos durante los momentos difíciles si pueden contar con una comunicación regular y honesta por parte de la dirección. Cuando los empleados saben que la dirección promueve el diálogo abierto sobre un RIF (y sus consecuencias), pueden dejar de centrarse en los rumores de la oficina y volver a centrarse en el trabajo. Los equipos de recolocación pueden ayudar a la dirección a instituir múltiples formas de comunicación, tanto formales como informales, como reuniones de personal, reuniones tipo ayuntamiento, mensajes de correo electrónico, cafés informativos y paseos frecuentes por la oficina para responder a las preguntas de los empleados. Los consultores de recolocación también pueden ayudar a desarrollar una estrategia de medios de comunicación para determinar si hay que hacer una declaración pública y cómo.
Los equipos de recolocación también pueden ayudar a mitigar otros riesgos, como las amenazas informáticas, financieras, legales, de violencia e incluso de relaciones públicas. Un despido puede dejar a las empresas en una situación de vulnerabilidad, por lo que hay que minimizar los riesgos para garantizar la salud de la organización.
A menudo, los equipos de dirección están tan centrados en el día del despido que no planifican lo que vendrá después. ¿Cómo se reagrupará la organización, avanzará y mantendrá o redefinirá la cultura, la misión y los objetivos? Un equipo de recolocación puede desarrollar estrategias y tácticas para ayudar a la organización a centrarse en lo que viene después.
Ante una crisis financiera, puede resultar tentador para los líderes de la organización considerar la posibilidad de recortar los servicios de recolocación, pero a la larga resultará costoso. Contratar a un equipo de profesionales de la recolocación ayudará a garantizar la resistencia de la organización. Un despido puede ser un acontecimiento devastador para una empresa, pero con la planificación y la estrategia adecuadas, la organización puede salir del otro lado y empezar a reconstruir un futuro brillante.
Este artículo fue proporcionado a Career Partners International por Elaine Varelas en Boston, MA.